jueves, 19 de julio de 2012

-¡Lo siento tanto! Creí que iba a perderte.


-No era muy buen tirador.


-¿Por qué lo hiciste? Fue muy estúpido ¿por qué lo hiciste?



 -Tenía dos buenas razones: la primera que yo soy reemplazable y tú no.


-¡Para mí no eres reemplazable!

-Shh. Y segundo: que eres la única esposa que tengo y tendré en la vida. Eres toda mi existencia y te amaré hasta mi último suspiro.

No hay comentarios: